• Las máscarillas quirúrgicas nos protegen de ser salpicado en la boca con fluidos corporales así como de salpicar y contagiar a otras personas.
  • También nos impiden tocarnos la nariz y la boca, acción que podría provocar transferencias de virus y bacterias habiendo tenido contacto con una superficie contaminada y luego contaminarnos por contacto.
  • Por tanto reducen el esparcimiento de partículas portadoras de bacterias o virus generadas al estornudar o toser.